Entrevista a la ex ferrocarrilera María del Carmen Caballero Escobar
Realizada el 28 de agosto de 2022 mediante la plataforma Zoom
Patricio Juárez Lucas*

Patricio Juárez Lucas (PJL): Su nombre completo por favor
María del Carmen Caballero Escobar (MCC): Buenas tardes, mi nombre es María del Carmen Caballero Escobar
PJL: ¿Cómo se llaman sus padres?
MCC: Mi mamá se llama Florentina Escobar Rueda y mi papá se llama Juan Caballero Toledo
PJL: ¿Dónde nació?
MCC: Soy originaria de ciudad Ixtepec, Oaxaca
PJL: ¿Hasta qué años estuvo allí?
MCC: Pues, nada más mi mamá se iba a aliviar allí y radiqué todo el tiempo, bueno, toda mi juventud en Matías Romero Oaxaca.
PJL: ¿Se acuerda de las escuelas donde estudió?
MCC: Sí claro, estudié la Primaria en una escuela que se llama, porque todavía existe, 20 de noviembre de 1910, la Secundaria en la Escuela Secundaria Técnica número 15, allí en Matías Romero, y ya la Prepa la hice Abierta aquí en Tierra Blanca
PJL: ¿Cómo se acercó al mundo ferroviario?
MCC: Ok, mire, yo terminé la Secundaria, me tocaba irme a la Prepa pero, pues había problemas económicos en casa, entonces mi mamá de crianza le dijo a mi mamá que, porque no estudiaba yo para telegrafista que era muy buen trabajo, como Matías Romero era la ciudad ferrocarrilera, entrar a PEMEX o entrar a Comisión (CFE) era un buen trabajo, entré a la Escuela de Capacitación allí en Matías Romero había una escuela de capacitación, allí estuve durante 9 meses, me capacité, y en 1986, el 18 de agosto me hice telegrafista.
PJL: Usted no tuvo que ir a la ciudad de México
MCC: No, no, nada, allí en Matías Romero hice todo, estuve 9 meses, realmente fue muy rápido.
PJL: ¿Dónde empezó a hacer sus prácticas?
MCC: Pues mire, le voy a ser franca, yo no practiqué mi línea, yo nada más iba a la oficina telegráfica, me daban chance allí mismo en Matías Romero a practicar, y nada más un ratito, por ratos me daban chance de ayudar a los telegrafistas a sacar la chamba y allí empecé en Matías Romero, ya posteriormente cuando ya me hice telegrafista, pues me mandaban a la línea que fue donde llegué a conocer la estación.
PJL: ¿Se acuerda dónde asentó escalafón, o su primer trabajo ya como telegrafista?
MCC: Claro, fue efectivamente donde yo nací, en Ciudad Ixtepec, Oaxaca.
PJL: ¿Allí cuánto tiempo estuvo?
MCC: Nada más el día que asenté escalafón, de allí me regresé a Matías, porque allí estaba el centro de despacho, de allí te mandaban a la línea, empecé a trabajar en un lugar que se llama Ojapa, en Hibueras, en Medias Aguas, donde había una acefalia me mandaban a cubrir vacaciones.
PJL: Y en ese tiempo todavía estaba como con suplencias no tenía todavía base
MCC: No, no, todavía no, era yo, decían los compañeros, era yo, tenía yo derecho de cuida milpas, donde me mandaban tenía yo que ir, (risas) no tenía yo opción, ni que soñar, en Matías Romero había puros telegrafistas derecheros, no me dieron chance de trabajar allí así que, así que yo me dediqué a trabajar en la línea a donde me mandaran allí iba yo a trabajar, empecé a trabajar a los 16 años.
PJL: Muy joven
MCC: Bien jovencita
PJL: ¿Y cómo lidiaba con el mundo lleno de hombres?
MCC: Pues era difícil porque estaba yo muy joven, no tenía malicia, como ahora que si alguien me dice algo le digo su precio, antes no, anteriormente siempre pues antes nunca fui que me dejara, me defendía, como debía ser, pues sí había acoso y todo eso, fíjese que hasta eso, gracias a dios no tuve mucho ese problema, allá en el NT (Nacional de Tehuantepec), es como más provincia yo creo, están, era más sencilla la gente, pues gracias a dios me fue bien, tuve muy buenos compañeros, algunos malillas pero muchos buenos compañeros.
PJL: ¿Cuándo fue que ya tuvo base, alguna estación, o como telegrafista en alguna estación?
MCC: Trabajé 5 años como telegrafista, pero yo mi meta era hacerme despachador de trenes apliqué el escalafón y me mandaron a estudiar, hice el preliminar, o sea 3 meses, porque era, el estudio era de un año, 3 meses en la escuela, te relevaban del servicio, 6 meses practicando, pero tenías que trabajar y practicar en la hoja de trenes, y la final otros 3 meses y ya asentabas escalafón y ya te ibas a trabajar de despachador, ya era mejor porque te mandaban a trabajar a estaciones, a ciudades, ya no ibas a ranchitos donde nada más estaba la estación, en ese tiempo los despachadores trabajábamos 6 horas, ahorita en qué trabajo vas a laborar 6 horas, en ninguno, allí trabajábamos 6 horas nos pagaban bien, estábamos en una oficina solita con la hoja de trenes manejando los trenes y con clima, porque en los otros un zancudero que yo ya había andado mucho en la línea y la verdad yo deseaba ser despachador de trenes.
PJL: Dice que allí lo relevaban, quiere decir que seguía recibiendo su salario para capacitarse
MCC: Sí, sí la empresa te relevaba del servicio y te pagaba de acuerdo al último puesto que habías tenido, ya te reincorporabas a los 6 meses, trabajabas y practicabas al mismo tiempo y ya para la final, ya no lo podías hacer en Matías Romero, porque en Matías Romero también había capacitación para despachador de trenes, pero del grupo de 7 que éramos ninguno se animó a seguir, entonces yo ya había terminado, y yo ya quería terminar y me vine a Tierra Blanca a hacer la final
PJL: Entonces ya en Tierra Blanca fue que culminó su capacitación
MCC: Terminé mi capacitación y como había 2 jefes de trenes, 2 centros de despacho, entonces salió la oportunidad de trabajar y em quedé aquí en Tierra Blanca
PJL: Entonces ya allí asentó escalafón por así decirlo, como despachadora de trenes
MCC: Aquí asenté escalafón, a los 22 años me hice despachadora de trenes
PJL: ¿Se acuerda en qué fecha?
MCC: Fue en noviembre 18 creo, del 92
PJL: Qué tan dura era la competencia, usted cómo vio la competencia con sus compañeros hombres precisamente para llegar a este nivel, sobre todo que me dice que otros compañeros desistieron de concluir esa capacitación, ¿cuántas eran mujeres y cuántos eran hombres en ese grupo de usted?
MCC: Éramos 7, pero nada más yo era la única mujer, eran 6 varones y yo la única mujer, entonces ya aquí en Tierra Blanca se formó un grupo de varios lugares, pero yo fui la única mujer que se hizo despachadora en ese tiempo
PJL: Y también en ese grupo de Tierra Blanca
MCC: Sí, también en ese grupo fui la única mujer, pero la verdad sí era competencia, cómo esta mujercilla viene aquí a al centro de despacho, aquí también en Tierra Blanca en el centro de despacho no había mujeres, yo era la única
PJL: De su experiencia como despachadora de trenes, tuvo algún incidente con alguna corrida, o sobre todo con algún despacho de tren porque a usted no al entendieron o usted no entendió lo que le mandaron
MCC: Sí; posteriormente fue el control directo de tráfico, CDT, que era más fácil, pero yo cuando yo me inicié fue el Derecho de trenes, era un libro que tenías que estudiar y aplicar las reglas, entonces el Derecho de trenes era difícil, no cualquiera se hacía despachador, teníamos que tener cierta capacitación, un cierto valor para estar en la hoja manejando los trenes, y confrontando las situaciones que se venían dando, sí si tuve problemas, no, nadie se salva, si tuve mis problemillas allí que se pudieron resolver, en una ocasión me equivoqué yo, al decir, vamos a decir máquina 9200 puse 9405, era un, después de la llegada, la orden decía así: después de la llegada de extra 9405, máquina fulana de tal corre de Córdoba a Tierra Blanca, entonces yo me equivoqué, en vez de poner 9400, puse 9405, no iba a pasar nada, el tren nunca iba a salir, porque esa máquina nunca iba a llegar, entonces yo hablé con el maquinista y le dije: me equivoqué, me equivoqué vamos a arreglarlo como vez, no, no, no, dice: caíste en mis manos y aquí vas a ver, aquí vas a ver y todos gritando allí en la oficina, porque eso fue en Córdoba, no se me olvida, precisamente apenas me estaba yo acordando con mi esposo, le digo tú crees. Yo le decía: oye vamos a, ahorita te doy otra orden y no hay problema. No, no, no, decía: ya caíste en mis manos y vas a ver y todos gritando: sí, sí, sí, que la corran, que la corran, que la corran; y efectivamente, tristemente me corrieron de los Ferrocarriles Nacionales de México, estuve despedida 3 meses, y a los 3 meses me reincorporaron otra vez, pero si sentí horrible.
PJL: Porqué tanta animadversión, cuando se pudo haber arreglado eso
MCC: Se pudo haber arreglado porque no iba a pasar nada, pero no quiso, no quiso dijo que ya había yo caído en sus manos, ya caíste en mis manos y ahorita te voy a documentar me dijo, y estaban allí sí, sí, documéntala para que la corran, como ensañándose pues, porque una mujer usa valor, pues ni modos, el jefe de despachadores en ese tiempo, yo trabajaba de 12 del día a 6 de la tarde él salía a las 4 de la tarde, a las 4 de la tarde eme entregó mi despido y me hizo que yo lo firmara, y yo lo firmé, y a las 4 de la tarde yo ya estaba despedida, pero, yo inexperta, pues me saqué de onda, seguí con mi turno, entregué a las 6 de la tarde siendo que yo ya tenía 2 horas despedida, pero no quise dejar el servicio porque yo me hubiera ido, yo me hubiera ido si ya estaba yo despedida, pero no, me quedé terminé mi turno lo entregué y pues ya me vine a mi casa pues porque ya estaba yo despedida ya después me dicen: porque no te viniste, pues no sé, por la costumbre de entregar mi turno, tenía yo que entregar, si, si es cierto yo me hubiera levantado, sabes qué si estoy despedida pues adiós
PJL: Y que me releve a ver quién
MCC: Pues el jefe se hubiera tenido que sentar, aunque le tenía miedo a la hoja, pero se le pudo haber sentado ya que me dio el despido y se sienta allí a terminar el turno.
PJL: Pue entonces le cayó bien que siguiera allí trabajando mientras
MCC: Y ahora digo: cómo no me fui, pero bueno, él hubiera no existe.
PJL: Se acuerda de cuantas marcas de demérito le pusieron con eso.
MCC: No, no tuve derecho ni a marcas, porque como me despidieron
PJL: Fue en el acto
MCC: En el acto me llegó, no se me olvida que con letras grandes decía: está despedida del servicio de estos Ferrocarriles Nacionales de México
PJL: Cómo le hizo para defenderse como estuvo o con quien lo arregló.
MCC: Me fui a México, metí una demanda y me reinstalaron al servicio y me pagaron los 3 meses que estuve despedida.
PJL: ¿Tuvo que recurrir a abogado o el sindicato mismo o usted misma nada más argumentó?
MCC: No, No, metí un abogado,
PJL: Ah, ah,
MCC: Sí
PJL: Algún otro incidente que se acuerde, de esos años de despachadora
MCC: No, no, ese fue el único que, que la verdad pues me marcó, siempre tuve más cuidado, por decir algo, mire nosotros dábamos programas de motores, que es este programa de motores, en la línea había mucho personal que tenía que salir a trabajar a reparar las vías, entonces en el turno dábamos, uno creo que era 6:30, otro 9:30 y otro 12:30, entonces el despachador que trabajada de 6 a 12 daba un programa, daba 2 programas, el de 6:30 y el 9:30, entonces venía uno diciéndole a los telegrafistas, lo hacían a máquina, la frecuencia, el tren fulano de tal está en Ojapa, tren mengano está en tal lugar, tren fulano está en, para que los motoristas más o menos supieran a qué tirarle para salir a las vías, porque anteriormente el personal de vía andaba a la deriva, los ojos de los motoristas era este programa de motores, allí les decía uno probablemente, en Medias Aguas a tal hora , en Córdoba a tal hora para que ellos tuvieran una idea, aparte les decía uno tengan cuidado con cualquiera, aparte de todo lo les decíamos: tengan cuidado de cualquier imprevisto porque de repente salía una máquina sola que tenía que ir a remolcar una, y pues tenía que salir, y los motoristas trabajando en la vía, que eso fue con el sistema estándar, la verdad peligraba mucho el personal, el personal de vía, entonces este programa, aparte de todo el trabajo que teníamos, teníamos que dar este programa de autoarmones porque ellos estaban esperando el programa para poder seguir trabajando
PJL: Todo este tiempo, usted se fue como despachadora a Córdoba
MCC: No, a Tierra Blanca, aquí estaba la central de despacho, había 2 centrales, una trabajaba de Tierra Blanca a Medias Aguas, y el otro centro de despacho que era del lado norte trabajaba de Tierra Blanca a Córdoba, y de Tierra Blanca a Veracruz, el lado norte que era de Tierra Blanca a Córdoba y de Tierra Blanca a Veracruz estaba más tranquilo, allí estaban los despachadores más derecheros, que se la llevaban tranquilo, ya los más nuevos estábamos del lado sur donde estaba todo el jelengue y todo el movimiento porque había cañeros, había de escape, y los escaperos eran los que iban haciendo movimientos los lugares, el tren local, los pasajeros, todo el movimiento.
PJL: Estaba el flujo más frecuente
MCC: Sí, todo el turno, por lo regular todo el turno te la pasabas hablando, estabas escribiendo y hablando, dando instrucciones, dando órdenes, movimientos, todo el turno se te iba muy rápido las 6 horas porque te la pasabas hablando todo el turno.
PJL: ¿De qué fecha a qué fecha estuvo como despachadora de trenes, allí en Tierra Blanca, o donde haya estado?
MCC: Aquí empecé a trabajar en el 92, en 1992 aquí en Tierra Blanca, ya cuando vinieron las liquidaciones ya no fui requerida por la empresa, se los llevaron los despachadores a Veracruz, ya esa fue otra triste historia.
PJL: ¿Entonces a usted la liquidaron como despachadora?
MCC: Sí, a mí me liquidaron como despachadora, sí.
PJL: Y después de eso, se incorporó a las nuevas empresas.
MCC: Solo fue como 6 o 7 meses con Ferrosur, como telegrafista, de allí quitaron a los telegrafistas, y allí dejé de laborar en el ferrocarril.
PJL: Volviendo a los de las liquidaciones, todavía no tenía tiempo para jubilación.
MCC: No, todavía no fíjese, todavía no alcanzaba yo jubilación, pues estaba joven, así que nada más me liquidaron, allí se acabó mi vida laboral en ferrocarriles.
PJL: ¿Eso fue por el 94?
MCC: No, fue en el 98, 98-99
PJL: Y después ¿a qué se ha dedicado, Carmen?
MCC: Bueno, mire me casé aquí en Tierra Blanca, con un ferrocarrilero que también era despachador de trenes, me quedé a vivir aquí en Tierra Blanca, y me dediqué a mi familia, al negocio, em gusta mucho el negocio, ese ha sido mi modus vivendi, hemos tenido el negocio mi esposo y yo, y pues ahorita nos quedamos solitos los 2 ya mis hijas se casaron, y sigo con mi negocio en ventas en línea, ahora hay que entrarle al internet, al Facebook, y por allí vendo, así.
PJL: Pues qué bueno
MCC: Por allí tenemos una página que se llama abretutienda.pin, vendemos ropa de mayoreo
PJL: Volviendo a ferrocarriles y a esta familia, ahora que me dice usted de su esposo, ¿qué otros familiares tiene o tuvo como ferrocarrileros?
MCC: Mire, la persona que a mí me recomendó por mi apellido Escobar, fue un hermano de mi mamá, un hermano de mi mamá que era garrotero, él fue el que me recomendó, porque antes era por recomendación
PJL: Que lo tenían que firmar para el sindicato
MCC: Sí, por medio del sindicato, entonces él me ayudó y por eso fue que yo entré al ferrocarril
PJL: Él era garrotero en esa división
MCC: Él era garrotero en el NT
PJL: Otra persona ¿no tuvo más?
MCC: NO, ya no, no tuve más familia, más que mi tío que fue el que me recomendó, de verdad el ferrocarril era una familia grande porque todos nos conocíamos.
PJL: Sí, generalmente era, pues era así el camino, alguien te tenía que recomendar, un familiar, sobre todo que se tenía ese derecho, de recomendar a los familiares, y así la familia se hacía en el ferrocarril.
MCC: Sí, así es.
PJL: Además de lo que ya me ha platicado, a lo mejor por ponerlo en términos actuales, además de estas malas vibras de esos compañeros ¿qué otros obstáculos encontró usted en el mundo ferroviario, la competencia todo eso que conlleva por pelear por un espacio, en este caso para las mujeres?
MCC: Sí, lo que pasa es que allí de acuerdo a la fecha en la que uno entraba, ese era tu derecho, ese era tu escalafón, nadie te podía, vamos a decir sí tú solicitabas un turno y una persona de menor derecho lo quería, no se lo podían dar, porque tu derecho ya lo tenías por el escalafón, entonces no era tan fácil, las malas vibras siempre existió, pero no era tan fácil que te dijeran tú no trabajas ese turno lo va a trabajar fulanito que es mi sobrino, o que es mi primo, no, porque estaba de por medio tus derechos que eran el tiempo en el escalafón.
PJL: Y de estas dos etapas de capacitación ¿cuál cree que ha sido la más difícil, en este, nos ha dicho también en ese grupo de aspirantes telegrafistas también había otras mujeres o no, pero en general cuál era la dificultad?
MCC: Era el trato, a veces cuando estábamos de telegrafistas, era el trato con los conductores, porque nosotras como telegrafistas teníamos trato directo con el conductor, y los conductores, algunos te gritaban porque así eran, los jóvenes no, pero ya los conductores grandes se sentían como patrones siento yo.
PJL: Dueños de la empresa del ferrocarril
MCC: Uy, cuidadito estabas media recostada en la madrugada encima de tu mano sobre el escritorio, porque llegaban azotando los libros para que te despertaras: ¡Que pasó estas durmiendo!, No, no estoy durmiendo que pasó ¡No pues dame órdenes! ¡estas durmiendo! así de forma muy grosera y prepotente, la verdad eso sí, si lo pasé, es que ya como despachador pues ya fue menos, fue menos porque entonces yo ya tenía.
PJL: Allí su jerarquía ya mandaba.
MCC: Allí se voltearon los papeles, yo ya estaba en otro lugar donde la chamaquita que regañaban ya no era lo mismo, entonces pues era lo que yo quería, (risas).
PJL: Pues sí. Pues por mi parte por el momento sería todo Carmen nada más agradecerte tus testimonio, como te dijo Román, trataremos de transcribir la entrevista y a ver en qué momento lo podemos subir a la revista digital, pero se abre la comunicación para poder compartir si usted tuviera fotos o algo por el estilo y nos pudiera compartir aunque sea alguna copia y todo eso y pues lo agradeceríamos mucho, entonces de mi parte agradecerle y haber si Román tiene otra pregunta, estamos a la orden e invitarla también si algún día se viene por aquí por la ciudad de Puebla, pues la invitamos a visitarnos en el Museo y ya le daremos un recorridito por todo el Museo.
MCC: Yo la verdad les agradezco mucho que me tomen en cuenta, porque, aunque ustedes no le crean yo vuelvo a vivir todo eso otra vez, fue una etapa de mi vida muy bonita, que estaba como guardada en un cajoncito, y ustedes abrieron, entonces me acuerdo nuevamente de esas vivencias, fue una etapa muy bonita de mi vida y estoy muy agradecida a ustedes, al Museo por tomarme en cuenta, muchas gracias.
PJL: Gracias. Román.
Román Moreno Soto (RMS): Muchas gracias, gracias doña Carmen, en realidad siempre con todas las experiencias que ustedes nos comparten, uno pude viajar a esa época, me refiero en este caso a las generaciones como la mía que no nos tocó todas esas cosas maravillosas.
MCC: Fue algo muy bonito viajar en tren, llegar apestosa a fierro, porque la verdad ese olor se concentraba en la ropa, pero viajabas no cuántas horas para llegar a tu destino, pero era muy bonito, era muy bonito y el derecho de trenes fue algo que jamás se va a volver a vivir, porque ahora hay otro sistema mucho más fácil.
RMS: Pero justo, era todo ese trabajo y además en el caso de ustedes abriéndose paso y alcanzar el máximo nivel, que era ser despachador de trenes que no era sencillo, ya adquirir el escalafón para ser despachador de trenes en transportes era ya el máximo nivel.
MCC: Sí así es, no cualquiera se hacía, había muchos telegrafistas que se jubilaban como telegrafistas y jamás se hacían despachador, le temían mucho a la a la hoja le tenían respeto y la verdad era un trabajo difícil.
RMS: Muy difícil muy complejo y estresante también, entrevistábamos también a otro compañero ferrocarrilero, quizás lo ubique, a don Tirso Moreno, y él nos decía que varios, hasta, estaban ya tan perturbados del nivel de estrés del trabajo que desde allí les derivó diabetes y otras afectaciones a su salud.
MCC: Sí, fíjese que sí, pero les soy franca a mí me gustaba, era muy bonito, era muy bonito fíjese que a mí cuando me enseñaron, me dijeron: mira, cuando llegues aquí tus problemas los vas a dejar en la puerta, cuando entres tus problemas los vas a dejar, y si es cierto yo los dejaba allí, y sí yo me estresaba bonito, pero era algo muy emocionante.
RMS: Qué bueno, de mi parte sería todo, siempre muy contento, muy feliz de poder escucharla, y bueno pues entonces voy a dejar de grabar hasta aquí.